El Belen del futuro



Era una estrella compuesta por leds de color blanco que atravesaba el cielo... o no... Era una tira muy, muy larga de leds blancos que lucían de forma intermitente y organizada de forma que parecía avanzar insistentemente de forma fulgurante... o no... Era la representación virtual en plan maqueta de un cometa de esos que atraviesan el cielo en segundos... o no... Era Superman atravesando el horizonte con una lámpara gigante sobre su espalda, de esas que iluminan focalizadas siempre hacia adelante... O quizás era una luciérnaga acelerada porque era perseguida por un voraz murciélago...?

Nunca se supo... El caso es que fuera lo que fuera se convirtió en la estrella de Navidad que guiaba a los Reyes Magos de aquel curioso Belen... Un belén viviente y muy moderno, donde se respiraba ciencia ficción, donde las cosas no cuadraban, donde el espíritu más que navideño era una barbaridad.

Aquellos Reyes Magos perseguían a su particular estrella montados en sus pequeñas pero muy veloces naves espaciales... Iban uno tras otro, pero a la velocidad del sonido, driblando los obstáculos como si de un frenético juego de marcianos se tratara... Llevaban ya varios días viajando desde no se sabe donde, y estaban un poco cansados, con los reflejos dañados, por lo que su pericia a los mandos de sus naves no era la mas indicada para una llegada triunfal... Así que llegaron de forma abrupta, rompiendo todo lo que se les ponía por delante, provocando algunos destrozos en el entorno de aquel Belen, que dejaban en bastante mal lugar la reputación que se trabajaron desde siglos atrás...

Cuando consiguieron abandonar sus naves, algo maltrechos por el ajetreo, allí encontraron mucho ambiente... No había ni pastorcillos, ni mujeres lavando, ni patos u otros animales domésticos,... Solo encontraron gente que deambulaba trepidante, a una velocidad inusitada... Las figuras vivientes de aquel Belen caminaban enloquecidas hacia ninguna parte, cruzándose unas con otras a cada segundo, como si estuvieran programadas para avanzar rápido y esquivar a los otros... No hablaban, solo iban de un sitio a otro sin parar, sin hablar con nadie, sin sonreír, portando enormes bolsas en las que iban introduciendo lo que cogían en las diferentes paradas técnicas en las que hacían escala cada poquito tiempo... Tanto ir y venir, tanto coger cosas, tanto esquivar a los demás, apenas nadie se dio cuenta de la abrupta llegada de aquellos ancianos llegados de no se sabe donde...

Allí no había hogueras, ni fuentes, ni pozos, ni hogares de artesanos... Allí todo eran monolitos luminiscentes que albergaban de todo... Allí sólo había color y movimiento... Allí se alternaban los spots publicitarios mas locos, con la información más actualizada sobre todo lo que uno pueda imaginarse, y las imágenes más sorprendentes que definían a las tribus urbanas más diversas...

Allí ningún vehículo rodaba... Todos iban veloces, eso si, por su carril, a un palmo del suelo e impulsados por una energía que parecía inacabable... Unos iban en vehículos individuales con forma de monopatín..., otros en cacharros de dos plazas con formato tándem, como si de motocicletas espaciales se tratara..., otros en una especie de cubos colectivos que giraban a un lado y a otro y se cruzaban entre ellos, como rozándose, pero sin llegar a colisionar nunca...

Eso si, todo llevaba y se dirigía, como si de una peregrinación masificada se tratara hacia el Portal de Belen... Pero no se trataba de una cuadra al uso como estamos acostumbrados, sino de un edificio construido con metal y cristal... Con luces de neón inundándolo todo... Así que nuestros reyes magos solo tuvieron que seguir a la gente y fijarse en aquel edificio central que lo concentraba todo... 

Y hasta ahí puedo contar... Y que conste que aquí empezaba la escena...